Las personas solteras no se precipitan para tener encuentros sin porvenir, sino que prefieren darse tiempo para establecer conexiones profundas y auténticas, cultivando la paciencia a distancia antes de pensar en conocerse en persona.
Este enfoque hace eco con el movimiento girl/boy sober, que busca volver a la sobriedad emocional y relacional. No solo se trata de abstinencia, sino que también del deseo de evitar los excesos emocionales y los afectos rápidos, en favor de unas relaciones más conscientes. Para los adeptos del Dating Unrushed o citas sin apuros, ir más despacio es una decisión intencional: permite mantener el control emocional y tomarse el tiempo necesario para descubrir la personalidad y los valores más profundos de la otra persona, sin dejarse llevar por la excitación del momento. Este enfoque responde a la creciente necesidad de redescubrir el significado de las interacciones, centrándose en la profundidad y la sinceridad de las conexiones.
Se acabaron los Crushs frenéticos en los que nos embalamos demasiado rápido. Las personas solteras de hoy buscan relaciones sólidas y prefieren seleccionar cuidadosamente los perfiles. No se limitan a la apariencia física o a los intereses superficiales, sino que exploran los valores profundos, las pasiones compartidas y la compatibilidad a largo plazo. Cada mensaje se convierte en una oportunidad para conocerse mejor antes de dar el paso y hacerlo en persona. En este caso, prima la calidad sobre la cantidad y el ritmo del flirt es más tranquilo, pero sin duda más satisfactorio.
Las charlas en línea son más largas, pero son verdaderos diálogos introspectivos. Estas personas no quieren encontrarse enseguida, prefieren tener largas discusiones virtuales para establecer una base de confianza y evitar falsas esperanzas. Escribir también les permite mantener cierto grado de control. Cuando escribimos, podemos sopesar la intensidad y alcance de cada palabra. Estas discusiones no sincronizadas, aportan un nuevo ritmo, con tiempos más rápidos y otros más lentos. Ambas partes elijen un juego en el que oscilan misterio y revelación. Estas personas se conocen de a poco, por toquecitos escritos e imágenes.
Esta paciencia consciente es una forma de asegurarse de que el Crush comparte realmente las mismas aspiraciones y visión de la vida. Cuando ambos por fin deciden conocerse en la vida real, es un momento excepcional, que esperan y preparan cuidadosamente, en el que cada detalle es mágico y está perfectamente alineado. Es un encuentro basado en intereses compartidos en el que hay menos expectativas o estrés: ambos tienen la impresión que se conocen.
También es una tendencia que aprecian aquellas personas que se recuperan de una ruptura. Antes de empezar una nueva relación, prefieren darse tiempo para reconstruirse emocionalmente, mientras descubren, poco a poco, el mundo de las citas. Tomarse el tiempo es una estrategia para tener citas en las que se sienten seguros, sin prisas, para evitar los errores del pasado.
¿Quiénes son los adeptos de esta tendencia?
Son personas solteras que por lo general están cansadas de historias rápidas que terminan mal y prefieren adoptar un enfoque más reflexivo y profundo de las citas. Les gusta implicarse emocionalmente a su propio ritmo y no sienten la presión de la inmediatez que impone la sociedad. Se trata de personas que no son impulsivas, son más bien intelectuales y literarias a las que les encantan las frases bien hechas. Prefieren esperar el momento justo para que la relación eche raíces.
En una época en que todo se acelera —en el ámbito laboral como en del ocio—, estas personas reclaman el derecho a ir más despacio y a apreciar los diferentes matices de las relaciones humanas. Es una manera de ver las cosas en consonancia con las tendencias sociales más generales del slow living que propone volver a un ritmo de vida más lento, más respetuoso con el tiempo y las emociones.
Este movimiento también representa un cierto rechazo a la cultura del usar y tirar, que afecta no solo a los objetos, sino también a las relaciones. Estas personas prefieren dejar pasar el tiempo necesario para establecer vínculos auténticos, quieren evitar fracasos precipitados y construir relaciones más sólidas y pensadas en una sociedad en la que todo parece efímero.
No dejarse llevar por la inmediatez: darse el tiempo necesario para explorar los centros de interés, valores y pasiones de la otra persona antes de entablar un diálogo.
Convertir la espera en placer: utilizar la espera como una oportunidad para aumentar el misterio y la emoción, para que el encuentro en la vida real sea aún más especial.
Enviar fotos bien pensadas para jugar con el misterio: aumentar el interés visual en las discusiones, enviando fotos que reflejen nuestra personalidad y pasiones, sin mostrar todo de una sola vez.
Variar entre respuestas rápidas y momentos de silencio: algunas veces, podemos responder rápidamente para mantener la energía de la conversación; y otras, darse tiempo para reforzar la expectativa.
Darse el tiempo necesario para escribir mensajes: asegurarse de que lo que enviamos refleja realmente lo que sentimos. Evitar respuestas impulsivas y tener discusiones más meditadas.
